El entrenamiento cerebral se puede (y se debe) realizar en todas las personas ya sea en niños llevando a cabo una intervención temprana durante los primeros años de vida, en adultos potenciando las habilidades requeridas en distintos trabajos, entrenando la atención y concentración en deportistas o simplemente para ejercitar y fortalecer las funciones cognitivas.
Gimnasia cerebral, rehabilitación cognitiva, mental gym… efectivamente, muchas de estas maneras son empleadas para referirse a las técnicas de estimulación congnitiva. Pero, ¿qué entendemos por estimulación cerebral?.
La estimulación cognitiva son acciones y actividades cuyo objetivo principal es la mejora o el mantenimiento de las funciones cerebrales. Se trata de llevar a cabo diferentes ejercicios dirigidos a estimular habilidades cognitivas como: la atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, funciones visuoespaciales, percepción, etc.
El cerebro cuando no se estimula, al igual que todo nuestro cuerpo, tiende a debilitarse. La neuronas, encargadas de recibir, procesar y transmitir la información a través de señales químicas, son el motor principal del funcionamiento de nuestro cerebro. Por ello, cuando nosotros ejercitamos el cerebro, lo que hacemos es estimular las neuronas para que estas se regeneren, tanto anatómicamente como funcionalmente, y formen nuevas conexiones, ayudando de esta manera a que estas partes de nuestro cerebro cojan mayor potencia.
A nivel científico está demostrado que realizar ejercicios mentales de manera continuada estimula la plasticidad cerebral. Aunque no nos demos cuenta, en nuestras acciones diarias ya sea leyendo un libro, conduciendo para ir al trabajo, cocinando,… ejercitamos las neuronas. No obstante, por naturaleza, nuestra mente tiende a estimular las partes que más suele utilizar, de ahí que en nuestro día día dejemos de estimular partes muy importantes. De ahí la importancia de realizar un entrenamiento cerebral adecuado para entrenar todas las funciones.
En la imagen de arriba y de izquierda a derecha se puede apreciar la evolución de las redes neuronales antes del entrenamiento cerebral (izquierda), a las dos semanas del entrenamiento cerebral (centro) y tras dos meses de entrenamiento cerebral (derecha).
Para que el entrenamiento cerebral sea más eficaz debe adaptarse a la persona que lo está realizando y buscar el momento idóneo en el que el cerebro se encuentra en su nivel máximo de actividad.
Para entender bien de qué trata el entrenamiento cerebral y la estimulación cognitiva, debemos tener claros algunos conceptos como: plasticidad neuronal
A grandes rasgos y según investigaciones recientes podemos decir que la plasticidad neuronal (o neuroplasticidad) es “la capacidad del sistema nervioso para cambiar su estructura y su funcionamiento a lo largo de su vida, como reacción a la diversidad del entorno”.
Es decir, la plasticidad neuronal permite al cerebro adaptarse a situaciones novedosas o incluso a veces recuperarse tras sufrir lesiones o determinadas patologías. De este modo, el entrenamiento cerebral y la estimulación cognitiva pretende ayudar al cerebro a generar nuevas conexiones entre las neuronas fomentando así, una mayor plasticidad neuronal.